Tienen muy claro quiénes son sus enemigos al igual que la mentira del relato del kirchnerismo, sus enemigos son la cultura, la educación y la dignidad.
Sus armas son el miedo y la ignorancia, la paranoia y el rencor, la inmoralidad y el resentimiento.
Sus antecedentes son su impotencia cuando otros gobernaban y su urgencia para ocupar su lugar.
Se adiestraron en la ponzoña, todas las tácticas de la guerra empleadas para llegar al poder y mantenerlo a toda costa.
En este nuevo mundo de la información y el conocimiento, estos personajes no tienen lugar, tienen los días contados.
Agencia EFE