Cada 30 segundos aproximadamente se le contraen las mejillas
hacia adentro como si buscaran tocarse entre sí, el humo de su cigarrillo entra
a la velocidad del rayo, toma la pendiente hacia sus fuelles y cuando llega a
ellos forma un remolino y se prepara para dar la vuelta. Sus canales de salida
los controla con la precisión de un reloj de péndulo, un poco por sus fosas
nasales y alternando la secuencia y con labios entreabiertos, dejará salir el
humo blanco mientras dibuja ocurrencias en el aire.
De cuerpo erguido y con la mirada altiva, este halcón
acostumbrado a que no se le escape ninguna presa, suele identificarlas
fácilmente, estudia en unos segundos, la estrategia a seguir para la conquista
de la tarde de verano.
Tiene muy estudiado el guión, sabe que si habla poco dará
apariencia de hombre interesante, tiene
muy sabido que por el poco tiempo que estarán juntos, no descubrirán sus presas
que una cosa es ser interesante y otra parecerlo. También le ha funcionado en
varias ocasiones eso de acompañar los silencios con una mirada al horizonte,
creará un aura que se confundirá con el humo blanco dejando el éxito casi
asegurado.
Serán días de conquista mientras no sople viento de Levante.GC
En Pensamiento Rumiante- Foto: Mirador de Lisboa 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario