Finlandia, laboratorio mundial de la renta básica universal
El país nórdico será el primer país del mundo en experimentar en 2017 esta forma de retribución (fuente: Diario El País) -por Belén Domínguez Cebrián)
Aunque no lo parezca, es la noticia del año. Lo cierto es
que somos muchos, cerca de 7.500 millones de seres humanos en todo el planeta y
en esta nueva era se agudizarán las luchas sociales y las movilizaciones y
aumento de la pobreza. En este nuevo orden mundial, a diferencia del siglo XX,
no hay trabajo para todos. Y los políticos lo saben, pero no les quita el sueño,
porque hay otros que hacen su trabajo, las ONG están haciendo el trabajo que
antes los gobiernos y el Estado hacía, velar por su gente, por el bienestar
general y garantizar que la vida de todos sea mejor día a día. Por otro lado, se
han inventado como tabla de salvavidas
la burbuja de los "Emprendedores" y el trabajo autónomo. Dado
que las empresas cada vez contratarán menos empleados, serán los autónomos los
que tengan que pagar las jubilaciones futuras.
El problema es que, a los gobiernos tampoco les quita el
sueño por ahora, que el 80% de los emprendimientos no lleguen al primer año de
vida y en el segundo año cierren el otro 10%, logrando que el 10% restante
pueda seguir adelante. Los gobiernos, lo que en este momento necesitan es que
sean autónomos la mayor cantidad de gente posible porque de esa forma llegarán
a las elecciones presumiendo que han bajado el desempleo.
Sin embargo, no han construido una estructura de base para evitar
que ese 90% fracase, sólo les han dado partidas a algunos institutos para
pequeños cursos gratuitos de un mes o dos para explicar nociones básicas, pero
eso está muy lejos de ser una gestión política seria.
En definitiva, los gobiernos protegen a los bancos (que son
los que le financian obra pública y campañas) y a holdings de las grandes empresas que son
los que están diseñando la nueva era del trabajo a escala global, desarrollo
tecnológico para disminuir plantillas y sueldos magros con contratos leoninos a
trabajadores poco cualificados.
Pero ni siquiera la educación ha quedado fuera. Hace prácticamente
dos décadas, han empezado a achicar las carreras de grado universitario para
disminuir el nivel de formación general. Y casualmente se han empezado a promocionar
los posgrados y másteres porque eran los
que rentabilizaban la educación, de tal forma que aquellos pocos que pudieran
pagarlo entrarían en la carrera desenfrenada y por otro lado obligada, para
poder aspirar y competir por un trabajo profesional y bien remunerado en este
mundo de tanta competitividad. Ergo, la educación como negocio, estaría
garantizada, y el estado cada vez más raquítico, sería una especie de Olimpo
para políticos y empresarios.
Por tal motivo, festejemos que Finlandia empiece haciendo
esta prueba de una renta básica (aunque no universal de momento) sólo para 2000 ciudadanos que recibirán a partir de enero 560 euros al mes, como dicen,
solo por existir.
GCairo
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