Andy Warhol pronosticaba que en el futuro todo el mundo tendría sus 15 minutos de fama. La verdad que se quedó corto, hoy bastan 30 segundos de banalidad para subir al Olimpo, claro que ya no es la morada de los dioses, sólo habitan "héroes de cartapesta", que como indica su nombre, es una estructura armada de trozos de papel, de fragmentos, de momentos. En parte es cierto, todos construimos nuestra vida de pequeños fragmentos, es una concatenación de infinidad de circunstancias, de experiencias y emociones. Pero lo que falla en esta sociedad de consumo es el aglutinante, el pegamento que usamos, una sustancia que no termina de fraguar, de adherirse, de generar una estructura psíquica fuerte. En niños y jóvenes aumenta día a día la "baja tolerancia a la frustración", escenarios cotidianos que se derrumban en unos minutos motivados por el desengaño, la frustración y el desencanto. Una sensación de fracaso que sienten debido al estrés y la competencia a la que se los somete, potenciada constantemente por la idea de educarlos en la sociedad global como si fueran soldados que van a una guerra y en la que tienen que sobrevivir superando al contrario o eliminándolo en cientos de juegos y programas de entretenimiento que nos propone “la Caja Boba” y millones de aplicaciones. Al parecer sólo se trata de fortalecer a un Yo hedonista, ególatra y vanidoso, héroes con pies de barro.
Cuando la inquisición lo juzga a Galileo Galilei, decide retractarse, so tortura y amenaza de morir quemado en la hoguera como hereje por decir que la tierra se movía. Sin embargo al marcharse de la sala comenta murmurando: "Eppur si muove"..."Sin embargo se mueve" ...como cantaba L. Nebbia: "Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia, quién quiera oir que oiga"
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viernes, 20 de marzo de 2015
Vídeo de 34 segundos de la primera persona que compró el iPhone 6
Seis millones doscientos cincuenta y un mil seiscientos diez visitas lleva, de momento, el vídeo de 34 segundos de la primera persona que compró el iPhone 6. Fue subido a Youtube el 18/09, hace apenas seis días.
Andy Warhol pronosticaba que en el futuro todo el mundo tendría sus 15 minutos de fama. La verdad que se quedó corto, hoy bastan 30 segundos de banalidad para subir al Olimpo, claro que ya no es la morada de los dioses, sólo habitan "héroes de cartapesta", que como indica su nombre, es una estructura armada de trozos de papel, de fragmentos, de momentos. En parte es cierto, todos construimos nuestra vida de pequeños fragmentos, es una concatenación de infinidad de circunstancias, de experiencias y emociones. Pero lo que falla en esta sociedad de consumo es el aglutinante, el pegamento que usamos, una sustancia que no termina de fraguar, de adherirse, de generar una estructura psíquica fuerte. En niños y jóvenes aumenta día a día la "baja tolerancia a la frustración", escenarios cotidianos que se derrumban en unos minutos motivados por el desengaño, la frustración y el desencanto. Una sensación de fracaso que sienten debido al estrés y la competencia a la que se los somete, potenciada constantemente por la idea de educarlos en la sociedad global como si fueran soldados que van a una guerra y en la que tienen que sobrevivir superando al contrario o eliminándolo en cientos de juegos y programas de entretenimiento que nos propone “la Caja Boba” y millones de aplicaciones. Al parecer sólo se trata de fortalecer a un Yo hedonista, ególatra y vanidoso, héroes con pies de barro.
Andy Warhol pronosticaba que en el futuro todo el mundo tendría sus 15 minutos de fama. La verdad que se quedó corto, hoy bastan 30 segundos de banalidad para subir al Olimpo, claro que ya no es la morada de los dioses, sólo habitan "héroes de cartapesta", que como indica su nombre, es una estructura armada de trozos de papel, de fragmentos, de momentos. En parte es cierto, todos construimos nuestra vida de pequeños fragmentos, es una concatenación de infinidad de circunstancias, de experiencias y emociones. Pero lo que falla en esta sociedad de consumo es el aglutinante, el pegamento que usamos, una sustancia que no termina de fraguar, de adherirse, de generar una estructura psíquica fuerte. En niños y jóvenes aumenta día a día la "baja tolerancia a la frustración", escenarios cotidianos que se derrumban en unos minutos motivados por el desengaño, la frustración y el desencanto. Una sensación de fracaso que sienten debido al estrés y la competencia a la que se los somete, potenciada constantemente por la idea de educarlos en la sociedad global como si fueran soldados que van a una guerra y en la que tienen que sobrevivir superando al contrario o eliminándolo en cientos de juegos y programas de entretenimiento que nos propone “la Caja Boba” y millones de aplicaciones. Al parecer sólo se trata de fortalecer a un Yo hedonista, ególatra y vanidoso, héroes con pies de barro.
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